Las pinturas tituladas Bento Rodrigues fueron inspiradas en un suceso que ocurrió en esta localidad en el Estado de Minas Gerais en Brasil en el año 2015. Una mina que estaba operando en la zona depositaba los restos contaminados de las operaciones que se hacian para la extracción de hierro en unas presas construidas para ese propósito. Por negligencia, el dique que contenia estos deshechos se rompió y el deslave de los lodos tóxicos inundaron y destruyeron la zona habitada. Finalmente, debido a las lluvias, el material terminó en el Océano Atlántico.